Informe sobre el desarrollo mundial 2018. Panorama general: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación. Grupo Banco mundial. @BancoMundial
Author: Juan José Calderón Amador
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Hoy traemos a este espacio el Informe sobre el desarrollo mundial 2018. Panorama general: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación. Grupo Banco mundial. que nos presentan así:
Prólogo
La educación y el aprendizaje elevan las aspiraciones, generan valores y, principalmente, enriquecen la vida de las personas. El país en el que nací, la República de Corea, es un buen ejemplo de cómo la educación puede desempeñar estas importantes funciones. Tras la Guerra de Corea, la población era, en su gran mayoría, analfabeta y estaba sumida en la pobreza. El Banco Mundial señaló que, sin ayuda externa constante, Corea apenas podría atender las necesidades básicas de su población. Consideraba que el país era demasiado riesgoso, incluso para otorgarle préstamos con las tasas de interés más bajas.
Corea entendió que la educación era el mejor camino para salir de la miseria económica, por lo que concentró sus esfuerzos en transformar las escuelas y se comprometió a educar a todos los niños, y a educarlos bien. Este énfasis en la educación, combinado con políticas gubernamentales inteligentes e innovadoras y un sector privado vibrante, dio sus frutos. En la actualidad, no solo Corea ha alcanzado la matrícula universal, sino que además sus estudiantes obtienen los más altos niveles de rendimiento en las evaluaciones internacionales. Es un país de ingreso alto y modelo de desarrollo económico exitoso.
Corea es un ejemplo particularmente claro, pero también podemos ver los efectos beneficiosos de la educación en muchos otros países. Cuando se imparte como es debido, la educación —y el capital humano que crea— reporta muchos beneficios para las economías y para la sociedad en su conjunto. En el caso de las personas, fomenta el empleo, la obtención de ingresos y la salud. Genera orgullo y abre nuevos horizontes. A nivel social, impulsa el crecimiento económico a largo plazo, reduce la pobreza, estimula la innovación, fortalece las instituciones y promueve la cohesión social.
En resumen, la educación contribuye significativamente al logro de los dos objetivos estratégicos del Grupo Banco Mundial: poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. Dado que los estudiantes de hoy en día serán los ciudadanos, los líderes, los trabajadores y los padres del mañana, la buena educación es una inversión que reporta beneficios a largo plazo.
Pero no basta con brindar educación. Lo que verdaderamente importa y genera rentabilidad es aprender y adquirir habilidades. Esto es lo que en realidad crea capital humano. Como se documenta en el Informe sobre el desarrollo mundial de este año, en muchos países y comunidades el aprendizaje no se está materializando. Escolarización sin aprendizaje es una lamentable pérdida de recursos valiosos y de potencial humano.
Y lo que es aún peor, constituye una injusticia. Sin aprendizaje, los estudiantes estarán condenados a vivir en la pobreza y la exclusión, y los niños con los que la sociedad está más en deuda son los que más necesitan de una buena educación para prosperar en la vida. Las condiciones del aprendizaje, al igual que sus resultados, son casi siempre peores entre los grupos desfavorecidos. Por otra parte, aún hay demasiados niños que ni siquiera asisten a la escuela. Se trata de una crisis moral y económica que debe afrontarse de inmediato.
En el Informe sobre el desarrollo mundial de este año se ofrece un camino para encarar este fracaso económico y moral. A través de un exhaustivo análisis se muestra que esos problemas se deben no solo a las deficiencias en la prestación de servicios en las escuelas, sino también a problemas sistémicos más profundos. El capital humano perdido como consecuencia de estas deficiencias constituye una amenaza para el desarrollo y pone en peligro el futuro de las personas y sus sociedades. Al mismo tiempo, los acelerados cambios tecnológicos obligan a redoblar la apuesta: para competir en la economía del futuro, los países necesitan contar con sólidas habilidades y herramientas básicas que favorezcan la adaptabilidad, la creatividad y el aprendizaje permanente.
(leer más…) Fuente: [ Grupo Banco Mundial]