La mayoría de las organizaciones que promueven la innovación educativa docente (servicios de innovación educativa, congresos, revistas,…) tienen una estrategia reactiva para transferir dicha innovación.

Básicamente se ponen a disposición del profesorado (a través de páginas web o repositorios) las experiencias, comunicaciones o artículos disponibles para que las personas interesadas puedan acceder a ellos.

Este método se denomina reactivo, ya que es el profesorado interesado en innovar el que tiene que tomar la iniciativa (reaccionar), tanto para comenzar a trabajar como para buscar la información disponible.

Así pues, este tipo de transferencia no llega al profesorado que no está interesado en innovar ni al que no toma la iniciativa de acudir a la página web de las organizaciones que promueven la innovación.

Hay otro tipo de transferencia que se denomina proactiva. Ésta se basa en transferir no solamente la innovación, sino lo que resuelve la misma al profesorado que la necesita, tanto si desea innovar como si no.

Un proceso podría ser:

• Se identifica el problema que resuelve las experiencias de innovación educativa disponible. Por ejemplo, consigue que el alumnado sea más activo.
• Se identifica el profesorado que tiene el problema que resuelve la innovación educativa disponible. Por ejemplo, profesorado que la mayor parte de su alumnado sea inactivo.
• Se define una forma de transmitir la innovación adaptada al profesorado que la necesita. Por ejemplo, se indica la problemática que resuelve, el esfuerzo que supondrá para el profesorado, la funcionalidad de la tecnología a utilizar,…
• Se realiza una red donde se ponen en contacto las personas que han realizado la innovación y las que la necesitan.
• El servicio, congreso o revista dinamiza la red en la medida de sus posibilidades.

La transferencia proactiva dinamiza y promueve la aplicación de la innovación educativa, no solamente entre las personas que desean innovar, sino entre las que aún no saben si van a innovar o no.