Tener unas rutinas establecidas desde el primer día en la clase es esencial para que los alumnos sepan exactamente qué esperar y a su vez favorecer la autonomía y creación de hábitos. Además, las rutinas ayudan a crear un ambiente de seguridad porque se pueden anticipar a los hechos.

En mis clases de español con niños de 6º de Primaria, 1º y 2º de ESO, tengo establecidas diferentes rutinas. Algunas de ellas son semanales y otras, diarias.

Rutinas semanales

Los niños aprenden español en un programa de inversión y aunque su nivel de español es muy bueno, les faltan esos pequeños detalles que marquen la diferencia y que les faciliten comunicarse correctamente. Así fue cómo se me ocurrió ‘la frase de la semana’.

Todos los lunes antes de empezar la clase les presento una nueva expresión que han de utilizar durante la semana. La ‘frase de la semana’ suele ser algún modismo o refrán que utilizamos en nuestro día a día en la lengua española y que tiene un significado especial que mis estudiantes no pueden entender literalmente. Algunos de los que han aprendido son: ‘esto es pan comido’, ‘nos van a dar las uvas’, ‘eres la pera limonera’, ‘más vale tarde que nunca’, ‘por si las moscas’… Los modismos y refranes son parte de nuestras conversaciones naturales y son parte del vocabulario diario español, por eso el aprendizaje de ellos favorece una comunicación más fluida para los hablantes de español como segunda lengua.

Lectura adaptada a todos los niveles

Además, semanalmente tenemos un periodo de lectura en el cual hacemos nuestro ‘Círculo de lectura’ y también incorporamos plataformas online como es Newsela. Ésta favorece la diferenciación en el aula porque crea niveles de lectura adaptados a mis alumnos o, si lo consideran difícil o fácil, ellos pueden adaptarlo. Yo desde mi ordenador puedo monitorizar el tiempo y nivel. Al final de cada lectura, tienen que completar unas preguntas que demuestran su comprensión.

Los viernes saben que es el día de ‘Juegos’ pero no juegan a cualquier cosa. Preparo juegos sobre contenido que hayamos trabajado en clase esa semana e incluyo un juego de contenidos de otras semanas para que repasen de una manera más divertida y amena. Por ejemplo, entre otros, tengo un juego de memoria con los modismos y refranes donde tienen que emparejarlos con sus significados.

¿Cuántos verbos eres capaz de conjugar?

Dos días a la semana hacemos el ‘Minuto loco’. Esta actividad consiste en ver cuántos verbos pueden conjugar correctamente en un minuto. Al principio de curso empezamos con los tiempos más fáciles y vamos cambiando el tiempo todos los meses e incorporando más complicados.

Por último, algo que hago todos los días es trabajar sus propios errores. Apunto en qué han fallado durante las horas lectivas y al comenzar la clase, escribo unas oraciones con errores que, al azar, los alumnos tienen que corregir.

Años anteriores he tenido otras rutinas en mi clase. ‘Pasapalabra’ fue una de las favoritas de mis alumnos. Diariamente leía una definición de una palabra estudiada en clase y tenían que escribir la palabra en su pizarra blanca. El primero en escribirla correctamente, ganaba un ticket extra ese día.

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