Los docente hemos tenido que hacer adaptaciones de nuestra tarea en muy poco tiempo en razón de la situación que estamos viviendo por el COVID-19.Nos encontramos, entonces, que tenemos que trabajar con nuestros alumnos con plataformas virtuales, videoconferencias, herramientas colaborativas y demás, sorpresivamente y sin la preparación adecuada.
Además de los programas correspondientes, que lleva tiempo ejercitar, tenemos que habituarnos a un régimen de tareas diferente en un ámbito diferente: Nuestro hogar.
Para muchos esto ha sido un trastorno y surge la necesidad de organizar mejor los tiempos y las fuerzas.
Te dejo algunos consejos que pueden servir para mejorar tu clima de trabajo y organizar las tareas.
1- Vestir como si fuéramos a trabajar.
Quizás parezca exagerado, pero la idea es no quedarse con el pijamas y seguir desde la cama. El cambio de vestimenta nos ayuda a separar las tareas y a sentir que estamos en otro espacio. No es bueno mezclar lo laboral con lo doméstico.
2 – El espacio de trabajo bien organizado
Reservar un solo espacio del hogar para trabajar, aunque sea pequeño, pero con todos los materiales necesarios. Salir y entrar a ese lugar es un cambio de estado notable que organiza a todos los miembros de la casa.
3 – Establecer un horario
Este principio es importante, ya que permite que todo el mundo sepa cuando se estará conectado. Los que tienen tareas con adolescentes saben que ellos trabajan a la medianoche o más tarde. No contestar consultas o correcciones en esos horarios ayuda a los mismos alumnos a organizarse con su tarea escolar. Como dice el colega Pablo Bongiovanni
4 – Jugar con los niños – Hablar con los adultos
La tarea docente puede dominar todo nuestro tiempo y pensamiento. En situaciones “normales” los docentes dedican su tiempo extraescolar al trabajo. En estos tiempos será necesario reforzar los lazos con quienes comparten el tiempo de convivencia. Ellos deben ser la prioridad.
5 – Hacer descansos de manera regular.
La espalda y la vista se resienten de tanto trabajo en entornos virtuales. Realizar intervalos de caminata, estiramiento y cambios en la mirada. Las pantallas nos son amigas de los ojos por largo tiempo.
6 – Aprovechar el tiempo libre
Es importante aprovechar el tiempo libre que se ahorra en ir al lugar de trabajo para realizar una actividad que enriquezca de manera positiva.
7 – Comunicarse con el equipo de trabajo
Los docentes suelen ser generosos compartiendo experiencias y potenciando el aprendizaje cooperativo. Ajustarse a los lineamientos de cada centro educativo y aprovechar el conocimiento y de los colegas puede potenciar el trabajo y las respuestas de los alumnos.
8 – Seleccionar las tareas que tienen prioridad
Trabajar desde el hogar puede generar una confusión de grupos, tareas, actividades muy importante. En especial los que tenemos muchos grupos de nivel secundario o terciario corremos el riesgo de estar trabajando con muchas ventanas abiertas como un “Hombre orquesta”. Una tarea a la vez. Una tarea después de otra.
9 – Realizar copias de seguridad
Si no se está trabajando con plataformas on line, hay que cuidar de no perder el material y los datos (notas, planillas, etc.). Reconstruir todo puede ser un dolor de cabeza. Conviene tener un respaldo por si acaso.
10 – No perder los objetivos
Esta forma de trabajo requiere aprender que la virtualidad no funciona igual que la presencialidad. Los errores por falta de experiencia y el deseo de volver al aula pueden generar sentimientos de frustración. ¡A no desanimarse! Seguimos en la tarea de sembrar, de dar herramientas a los alumnos para construir sus vidas y colaborar en la formación de personas que puedan ser una bendición para nuestras comunidades.