Corrigiendo malos hábitos de estudio
Author: david web
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No es un secreto que para ser exitosos debemos ser constantes en la práctica del oficio que realicemos. Esta actividad nos permite mejorar nuestro desempeño obteniendo mejores resultados. Incluso aquellas personas que son consideradas extremadamente inteligentes o de “altas capacidades” tienen hábitos de estudio bien definidos en su vida.
¿Qué ocurre cuando nuestras notas son bajas? El bajo rendimiento académico es una señal que no debe ignorarse nunca y que puede estar fundamentada en varios factores. Pueden ser problemas de atención, problemas emocionales, falta de comprensión, una enfermedad, baja motivación… En definitiva, múltiples causas.
¿Qué debemos hacer para solucionar esto? Ante esta situación lo más recomendable es actuar. Lo principal es que observemos nuestra rutina, qué cosas debemos mejorar, qué hacemos bien y pedir ayuda a los demás, si la necesitamos. A continuación se exponen algunas cosas que puedes hacer para mejorar esta situación.
Hablar: Los problemas más difíciles muchas veces tienen soluciones sencillas. ¿Estás pasando por una situación complicada que no permite que te desenvuelvas de la mejor manera? Coméntaselo a tu familia, amigos o maestros. Tus seres queridos son los mejores mentores en estos casos; siempre te ofrecerán una buena alternativa y el consuelo que necesites.
Aprende de alguien que admires: En nuestra vida siempre hay personas a las que consideramos seres extraordinarios, por las cosas que hacen. Músicos, científicos, deportistas, actores o incluso nuestros padres. Estas personas no llegaron a donde están por arte de magia, sino por su constancia y esfuerzo a la hora de alcanzar una meta. Como todos nosotros, pasaron por malos momentos, superándolos y aprendiendo a afrontar esas situaciones.
Acostarse y levantarse temprano: ¿Sabes por qué un atleta debe dormir al menos 8 horas diarias? Para proporcionar descanso a su cuerpo y mente. Esta práctica debe tomarse como un hábito regular, todos los días. No obstante, los fines de semana siempre podemos realizar alguna excepción.
Elimina las distracciones: ¿Estudias con las redes sociales abiertas o la televisión encendida? Aléjate de ellas. Las horas de estudio deben respetarse al igual que las de comer y dormir. Intenta organizar tu tiempo de manera adecuada. De esta forma tendrás tiempo después para ver los dibujos, la televisión o a tu equipo de fútbol favorito.
Elige un lugar y momento apropiado: La habitación en la que estudias debe estar despejada de distracciones, garantizándote la comodidad y concentración que necesitas. No estudies en el autobús, durante el desayuno o en el salón con la televisión encendida. Elige un lugar y una hora, mantén una rutina diaria.
Pregunta: Cuando estés estudiando es importante que resuelvas tus dudas porque al resolverlas se afianzan los conocimientos. Cuando no puedas resolver tus dudas, busca a alguien que te ayude a hacerlo. Si no cuentas con nadie en tu cercanía, anótalas para llevárselas a tu maestro el siguiente día de clases o a una persona que pueda ayudarte.
Estudia con anticipación: Si tienes un examen prepáralo con tiempo, no la noche anterior. El estudiar a última hora proporciona malos resultados. Por esto, es mejor que planifiques tu tiempo y organices un horario semanal a cumplir.
No leas por leer: Muchos creen que simplemente por leer algo y aprenderlo de memoria son más inteligentes, pero no es así. Einstein dijo una vez: “Si no lo puedes explicar de una forma sencilla es porque no lo has entendido”. Cuando leas trata de expresar las ideas principales con tus propias palabras. De ese modo sabrás que si realmente estásentendiendo el contenido.
Sin embargo, no todo debe centrarse en estudiar. También es importante el día a día, aprender cómo funciona el mundo y las cosas que nos rodean, estar con nuestra familia, ayudarla, pasar tiempo con los amigos y encontrar actividades de ocio que nos hagan felices. Encontrando un equilibrio entre todas estas cosas, estableciendo un horario, serás un mejor estudiante y te sentirás bien contigo mismo.
Fuente: EducaPeques.com