December 19, 2024

De la eficiencia a la emoción y la magia.

Author: Alejandro Piscitelli
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Hay muchas maneras de definir nuestra humanidad, buscando el adjetivo que mejor circunscribiría nuestro “diferencial” respecto de otros entes vivientes y/o sentientes (si es que hay alguna).

Por eso sucesivos pensadores y autores nos bautizaron como Homo Politicus (Aristóteles), Homo Sapiens (Biología), Homo Sapiens/Demens (Morin), Homo Faber (Scheler, Arendt), Homo Ludens (Huizinga), Homo Adorans (judeo-cristianismo).

Para nuestros fines nos interesa especialmente la versión del Homo Faber acuñada por Appius Claudius Caecus un prohombre romano del III siglo AC para quien Homo faber suae quisque fortunae («Cada hombre es el artifice de su destino.») remitiendo a la capacidad humana de crear objetos artificiales, en particular herramientas para hacer herramientas, y para variar indefinidamente sus creaciones.

La versión actual de estas tesis fue trabajada con esmero por Richard Sennett en El Artesano el primer volumen de su Trilogía acerca de la cultura material. La actividad artesanal, abarca, tanto a los antiguos oficios de alfarero o soplador de vidrios como el del lutier o el intérprete musical, el cocinero, el trabajo de los médicos y enfermeros, o la habilidad de los padres para educar a sus hijos.

La artesanía comprende la cultura material y el conocimiento tácito como auténticos bienes de capital social, esto es, conocimiento y habilidades que se acumulan y se transmiten a través de la interacción social, auténtico saber corporal del que no se tiene realmente conciencia.

La motivación básica del artesano de lograr un trabajo bien hecho por la simple satisfacción de conseguirlo, completa esta concepción humanista propia de Richard Sennett, siempre atento a la degradación de la conciencia de sí mismo y de la autoestima a la que conducen las modernas formas de producción capitalista.

Producir objetos, trabajar con herramientas, modificar la materia, intercambiar lugares entre el objeto y el sujeto es una propuestas que busca revertir la abstracción creciente del mundo contemporáneo (denunciada desde lugares muy distintos por Zygmunt Bauman, Slavoj Zizekm, Byung-Chul Han), pero muy especialmente por Bifo Berardi quien introdujo la poderosa noción de Psico-deflación).

Lo de Sennett (aunado al reverdecimiento de la cultura maker, el open source, la ciencia ciudadana) apunta a contrarrestar la enorme fuga hacia lo inmaterial que implicó la revolución digital.

Siguiendo el mandato tecnológico de que “si algo puede ser hecho debe ser hecho”, las empresas de alta tecnología vienen desde hace 70 años digitalizando todo lo analógico (es decir el mumndo material). Con el advenimiento del smartphone y las apps en el 2007 (el inicio de la fase final de la virtualziación) esta sustitución de lo material a manos de lo virtual llegó a su paroxismo.

Nuestro futuro sería el de Black Mirror adorando a las pantallas. ¿Pero es este el único posible? No lo cree así David L Rose investigador senior del MIT en Changing Places group y fundador de Ditto Labs

Para Rose los futuros están abiertos y podrían derivar en 4 distintos incluyendo el pantalla-adicto dominante actualmente (y exacerbado por la actual pandemia de Corona Virus).

1) Terminal de las pantallas.

“I call the future defined by this sort of device Terminal World, because the interface is captured on a pixelated screen. In the early days of computing, those screens were called terminals—the”

2) Prostético

“A second possible future is prosthetics—wearable technology. This trajectory locates technology on the person, to fortify and enhance us with more capabilities, to, in a sense, give us superpowers. To make humans superhuman or, indeed, “posthuman.”

3) Animismo

“ In this trajectory, computers coax us into bonding with them, simulating the comforts and attraction of a living relationship. In this future, the computing intelligence is primarily located in other digital actors, not wearables or iThings. Animism stimulates the same part of the brain that gets excited by cute cats and puppy love.

A pesar de que todos los anteriores son futuros fascinantes a Rose (y a nosotros) no interesa mucho mas un cuarto: los objetos encantados

4 Enchanted objects

I won’t abandon my smartphones or lose interest in the work of my colleagues who are developing wearables and social robots. I simply believe that the most promising and pleasing future is one where technology infuses ordinary things with a bit of magic to create a more satisfying interaction and evoke an emotional response.”

A fin de meternos mas a fondo con estas distinciones preliminares les ofrecemos estos complementos.

On Being Enchanted by Enchanted Objects

“While I appreciate the convenience of having dozens of tools and endless information in my pocket, a future wherein everything eventually becomes an app also makes me a little sad. I like clocks and cameras and books and maps.
I was suspicious that “enchanting” an object might be a euphemism for erasing it and converting it to a screen version of itself”

This Tech Nightmare Shows Why We Need ‘Enchanted Objects’

«I have a recurring nightmare. It is years into the future. All the wonderful everyday objects we once treasured have disappeared, gobbled up by an unstoppable interface: a slim slab of black glass. Books, calculators, clocks, compasses, maps, musical instruments, pencils, and paintbrushes, all are gone. The artifacts, tools, toys, and appliances we love and rely on today have converged into this slice of shiny glass, its face filled with tiny, inscrutable icons that now define and control our lives

«I wanted to describe to the broadest possible audience why they shouldn’t think that cellphones are the only future that we have available,» Rose tells Business Insider. «I want people to understand some of the inherent benefits of embedding computation in everything.»

«They’re not doing a lot for you unless you’re constantly interacting with them. These devices are like small children—they require constant attention, feedback, and interaction,»

Rose’s vision for humanistic technology comes out of his appreciation for non-invasive technology and his desire to create objects as fantastic as the ones that appear in fiction, like the sword Sting in «The Hobbit» that glows when orcs are near.

Referencias

Putting Magic in the Mundane

15 Everyday Objects That Have Been ‘Enchanted’ By Technology

El sitio matriz de los enchanted objects

Charlas de David Rose

Enchanted Objects: Design, Human Desire, and the Internet of Things | David Rose | TEDxBeaconStreet

Enchanted Objects – David Rose, MIT at USI

TEDxBerkeley – David Rose – Enchanted Objects