Epistemología política de Westworld
Author: Alejandro Piscitelli
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Las series sirven para pensar (y tomar decisiones)
Cuando decidimos hacer mi-última cursada en @datosuba modelada sobre una serie de televisión reciente, varios factores convergieron en esa opción. Hace un cuarto de siglo esta cátedra se inició con análisis teóricos y conceptuales evaluando el poder de la Inteligencia Artificial (al uso en 1996), y desde entonces tantas cosas pasaron en este territorio, que una lectura aggiornada no podría ser mas que bienvenida. Las series de TV de la tercera generación dorada (Carrión, 2011, Cascajosa Virino, 2017)) cada vez sirven para pensar mejor. Los diálogos metafísicos de Westworld –la serie elegida en particular su primera temporada– son de una hondura poco común.
Otros factores adicionales para adoptar este enfoque (pensar con imágenes) están dados por mi fascinación ancestral por la ciencia-ficción y por su abordaje de cuestiones muy centrales de la filosofía de la mente, que si hasta hace poco (o solo en la literatura) podían conceptualizarse como experimentos mentales, a partir de la revolución en IA de 2015 en adelante, nos ponen en una situación mucho más incómoda (y atractiva) cuando de entender la diferencia entre un ser humano y una máquina inteligente (y sentiente) se trata.
Es por ello que en paralelo a las dimensiones metodológicas, pedagógicas, filosóficas y epistemológicas de los temas a tratar en la formación de los ayudantes y en la cursada, comenzamos su preparación, con una paseo muy genérico por algunas dimensiones históricas de la ciencia-ficción.
Por suerte tenemos estudios sofisticados (Roberts, 2016) que han tematizado la ciencia-ficción desde sus inicios en cosmologías primitivas, pasando por el romance medieval en las utopías del siglo XVI, dedicándoles capítulos íntegros a cada siglo.
Atravesando los viajes extraordinarios del siglo XIX, el Frankenstein de Mary Shelley (1818), la invención de la historia alternativa, concentrándose entre 1850-1900 en las primeras invasiones extraterrestres, las extrapolaciones militares hasta llegar a Verne y Wells.
Esas historias se concentran en la ciencia ficción del alto modernismo con Zamiatin, Capek, Stapledon y Richardson a la cabeza. Y después generalmente recalan a principios del siglo XX, con la era de las pulp magazines, la obra de Rice Burroughs, pasando por la guerra de los mundos de Wells y dan un nuevo salto hacia la era dorada de la ciencia-ficción entre 1940-1960. Es el momento de Heinlein, las catástrofes, los chicos extraterrestres, los artistas visuales y los comics.
El impacto de la nueva ola se vive como la era maravillosa de los años 60 y los 70 con nombres imborrables como Philip K Dick, Ursula Le Guin, Brian Aldiss e incursiones de los autores franceses y japoneses para hibridarze con la ola cinéfila que nace en los 1960 y llega hasta el año 2000. Que tiene como puntos culminantes 2001. Odisea del Espacio (1967), Star Trek, Doctor Who y la saga de Starwars. Y como obras inolvidables Alien (1979), Blade Runner (1982) y The Matrix (1999). Hasta culminar con la CF del siglo XXI.
La enrevesada relación entre ciencia-ficción y sociedad y el cine como revelador
¿Qué íntimo impulso llevó a una cultura a especular intensamente sobre su futuro como lo hizo la Occidental a partir de finales del siglo XIX? Después de todo la ciencia-ficción moderna, forma parte de una drástica reestructuración del imaginario europeo muy ligado al corto siglo XX que se inició como creía Hobsbawn en 1918 con el fin de la primera guerra mundial, haciéndose eco del cierre de una aventura del espíritu contemporánea de la revolución francesa, y que encarnaría en esa guerra como su primer episodio
“vivimos en un mundo con textura de ciencia-ficción. Un mundo en el que el sentido de lo imposible encuentra la forma de introducirse en el diseño de todo.. el paseante puede viajar en el tiempo (Ernst Bloch, El Principio Esperanza, 1933)”
El poder de la CF llevó a que una rama de la literatura creara al futuro y empezara a colonizarlo, adelantándose así a la ciencia, en una carrera despareja que llegaría hasta nuestros días con ganadores temporales y con una primacía alternada entre la tecnología y la imaginación.
Fue el cine el encargado de visualizar esa empresa. Desde hace muchos años @datosuba ha privilegiado al cine y a las imágenes como catalizadores capaces de desentrañar procesos complejos y circulares, inasibles con la secuencialidad del lenguaje, o con los conceptos muchas veces romos de las ciencias sociales.
Port ello queremos leer la historia de la psiquis vía las imágenes y no vía los argumentos. Si el lector imagina desde el presente, el espectador lo hace instalado en el futuro. Son decenas las películas que desde la década de 1920 buscarán una y otra vez, intervenir en el mundo nuevo. Una en particular es harto sintomática.
Solaris basada en la novela homónima del escritor polaco Stanislaw Lem. (en sus dos versiones la de Tarkovsky (1972) y la de Soderbergh (2002)), insiste en que un solo mundo es suficiente, pero aun así necesitamos ir a la búsqueda de otros sobre la base de nuestro pasado prototípico básico. Aunque ambas versiones hayan sido repudiadas por el autor
…to my best knowledge, the book was not dedicated to erotic problems of people in outer space… As Solaris’ author I shall allow myself to repeat that I only wanted to create a vision of a human encounter with something that certainly exists, in a mighty manner perhaps, but cannot be reduced to human concepts, ideas or images. This is why the book was entitled «Solaris» and not «Love in Outer Space«. Stanislaw Lem, The Solaris Station (December 8, 2002)
Mas allá de esta internas literario-cinematograficos en el largo camino de mas de un siglo de visualización de la imaginación, podemos inventariar ejes temáticos que definirían al genero en indagaciones acerca de
– la virtualizacion de las imágenes
– las asambleas de fantasmas
– la espectralizacion de las imágenes
– la fotografia como dispositivo de memoria
– presencia ausencias/ eso ya ha sido (Barthes)
– La fotografía embalsama al tiempo (André Bazin)
1895 fue un año prodigioso en esta arqueología ya que en él confluyeron
-el Descubrimientos de los Rayos X (1895)
-el psicoanalisis completo de un sueño
-la proyección pública de Lumiere en el Grand Cafe de Paris
Gracias al cine la muerte dejaría de ser absoluta. La fotografía y el cine se percibieron como algo extraordinario capaz de detener la vida y almacenar la memoria, dignos de…. la mejor ciencia-ficcion.
El mito del cine total
Hay numerosos y antiguos antecedentes del cine como experiencia total, comenzando con los feelies de Un Mundo Feliz (1932), cuando el cine se convierte en una obra de ingeniería emocional azuzando el placer tecnológico/galvánico.
Mientras Aleksandr Dovzhenko (1931) postula el cine (immersivo) sin pantalla. Por la misma época Rene Barjavel (1944) en Cinema totale. Essai sur les formes futures du cinema avizora personajes que se desprenden de la pantalla al mejor estilo de La Rosa Púrpura de El Cairo (1985) de Woody Allen.
– es un momento en que los seres alcanzan la inmortalidad de la conciencia en la Invención de Morel (1942)
– asistimos al desdoblamiento, y a la vida dentro de una grabación
– la imagen sustituye al referente
Ya dos décadas antes en Cinelandia (1923) la novela de Ramón Gómez de la Serna retrataba all mundo del cine basado en el Hollywood del momento, haciendo posible secuestro háptico Ide cuerpo completo)
La realidad virtual no permite un fuera de campo posible. Mientras. las obras de Ballard insisten en que la clave del presente está en el futuro mas que en el pasado. En esa línea emerge con gran capacidad anticipatoria (rompiendo con todos los anclajes históricos) La vida futura (1936) de Cameron Menzies.
Plagada de hologramas tridimensionales, arquitecturas futuristas, un endoso
de los proyectos utópico-soviético y gran ascendencia de uno de los ases de la Bauhaus, Laszlo Moholy-Nagy, la película funda un nuevo imaginario vigente hasta hoy. La ruptura de los años 20 abarcará un arco fascinante fascinante de casi 50 años, hasta que finalmente la distopía endémica hace su entrada en escena.
Post-Modernidad y Ciencia-Ficción
Es el momento del
– Oscurecimiento metáforico y real
– La incomunicación como problema epistemológico radical
– ¿Pueden los sentimientos crear el cuerpo subjetivo?
Lo que en los 50 y 60 era menospreciado como pura fantasía, comenzó a valorizarse en los 80 como verdaderas representaciones de lo real. La epistemología melancólica de Ballard, Gibson, Pynchon Don de Lillo y William Burroughs hacía su entrada en escena.
Mayo del 68 supuso el fin de la modernidad. Inesperadamente casi un mes antes se estrenaba en USA 2001. Un odisea del espacio.
La ciencia-ficción es un deseo autogenerado constantemente, de manera que nunca puede ser colmado
El monolito puede ser entendido como el objeto a lacaniano = aquello necesario para conseguir algo pero que a la vez impide ser alcanzado objeto/mecanismo del deseo
El monolito cumple la función de un agujero negro en la realidad soñada en la configuración del deseo supuestamente alcanzado , es el germen de la desestabilización que la nueva realidad ha creado.
El apocalipsis de la modernidad se funde con el fin de la NASA como fabrica de sueños. Estamios viviendo el duelo por la muerte de la figura paterna/patriarcal. Si la madre no existe y el padre es un simulacro ¿con qué futuro sueña la nueva ciencia-ficción?, como insiste Zizek.
En el siglo XXI las expectativas de futuro emergen en ficciones de corte distópico y ahondan en el fin del mundo como en:
– Melancolía (2011) de Lars von Trier
– Take shelter (2011) de Jeff Nichols
– El árbol de la vida (2011) de Terrence Malick
Abundan en estas obras uy cercanas a la crisis financiera de 2008/2010 los mundos alternativos, la maximización del espectáculo, la confusión de realidad y simulacro y la visita a mundos artificiales como turistas realzada en obras como
Jurassic World (2015) de Colin Trevorrow
Westworld (2016/2019) de by Jonathan Nolan and Lisa Jo
Tomorrowland (2015) Daimon Lindelof
Robots, androids, post-humanismo, transhumanismo
Si al ciberpunk/post-ciberpunk le corresponde el paradigma del capitalismo tardío, al biopunk le corresponde el biocapitalismo.
El biopunk, rompe la barrera de Frankenstein, asi como varias obras recientes de la CF rompen con las leyes de Asimov. Si un médico chino como Jiankui He no tiene empacho en editar los genes de dos niña serien nacidas con mutaciones CCR5, ¿porqué los robots no podrían querer vivir eternamente, suplantar a los humanos en sus funciones, o directamente instaurar un nuevo regimen familiar, como hace Arissa en Better than us?
¿Porqué una epistemología política?
La epistemología política trata del lugar y de la distribución del conocimiento en las sociedades, de la justicia e injusticia epistémica, de la desigualdad y la precariedad epistémica, del individualismo o de las formas sociales de epistemología, de las dicotomías entre expertos y legos, …, en fin, de cómo el bien del conocimiento, un bien común, es apropiado o, por el contrario, expropiado en las distintas formaciones sociales.
En este caso en particular lo que nos interesa es como apropiarnos del «conocimiento del futuro: a partir de una relectura de la ciencia-ficción que vaya mas alla de las lecturas simplistas acerca de distopías y kakistopías, y esté enderezada a una socialización de la semiótica de las imágenes -y de los datos.
Referencias
Benson, Michael Space Odyssey: Stanley Kubrick, Arthur C. Clarke, and the Making of a Masterpiece. Simon & Schuster, 2018.
Carrión, Jorge Teleshakespeare. Errata naturae, 2011.
Cascajosa Virino, Concepción. La cultura de las series. Barcelona, Laertes, 2017.
James, Edward The Cambridge Companion to Science Fiction. Cambridge University Press, 2003
Piñol Lloret, Marta (ed.) Imaginar mundos. Tiempo y memoria en la ciencia ficción. Estibaliz, Sans Soleil ediciones, 2019.
Pringle, David Science-Fiction the 100 best novels. 1949-1984. Running Press; 1997.
Roberts, Adam The History of Science Fiction. Palgrave, 2016.
Schneider, Susan Science Fiction and Philosophy: From Time Travel to Superintelligence Wiley-Blackwell, 2016.
100 Best Sci-Fi Books of All Time
Varios Autores Science-fiction et psychoanalyse. L’imaginaire sociale de la SF. Paris, Dunod, 1986.