Una forma en la que se puede clasificar la innovación educativa es por su proximidad al aula. La proximidad estaría definida por parámetros tales como:

• Disponibilidad de las herramientas implicadas en la innovación.
• Posibilidad de soporte y mantenimiento para esas herramientas
• Facilidad de uso
• Coste
• Esfuerzo
• Consolidación del método de innovación.

La ventaja de identificar las innovaciones por  su cercanía al aula se basa en que cuanto más  asequibles estén, más fácil y rápidamente se podrán aplicar por parte del profesorado y alumnado.

¿Cuáles son las innovaciones educativas más cercanas?

Suelen ser las que han nacido en el propio contexto educativo como: Aula Invertida, Gamificación y aprendizaje personalizado.

¿Y las más alejadas?

Las más alejadas suelen ser de dos tipos: las asociadas a la institución y  las implementadas en los proyectos de I+D+I.

Las innovaciones institucionales actuales son por ejemplo: los MOOC y las acreditaciones a través de BlockChain, ya que en principio no están diseñadas para ser utilizadas en las aulas académicas. Por tanto, hay cierta complicación para su adaptación.

Las asociadas a proyectos I+D+I suelen utilizar tecnologías muy novedosas como Realidad Virtual Mixta o BigData. Dichas tecnologías son caras, complejas y poco disponibles. Por tanto, el esfuerzo que conllevaría su utilización es elevado.

El tiempo juega a favor de la innovación educativa cercana:  lo que hoy es considerado una tecnología lejana, el día de mañana puede ser cercana.

Al mismo tiempo. el concepto de cercanía también se puede aplicar dentro de un mismo método de innovación educativa a las distintas herramientas que se van a utilizar para desarrollarlo. Por ejemplo, en el aprendizaje personalizado se pueden utilizar tecnologías “lejanas” como los sistemas basados en la inteligencia artificial o una tecnología cercana como puede ser el sistema e-learning Moodle.

Si en sus planes está realizar innovación educativa, comience por las más cercanas a su aula que encuentre.