Imagine que va a realizar senderismo y que el objetivo es llegar a unas ruinas que están en lo alto de una colina. La meta son las ruinas y para llegar a ellas deberá realizar un esfuerzo que dependerá de lo abrupto del terreno, de su propia experiencia en senderismo, del equipamiento técnico que lleve y de la estrategia (hoja de ruta).

En la innovación docente ocurre lo mismo:

• La meta es cada una de las mejoras que usted desea introducir en su asignatura (normalmente para paliar una problemática o mejorar determinados aspectos).
• Lo abrupto del camino son las barreras y dificultades que se encontrará para llegar a la meta. Suelen ser barreras administrativas, culturales, tecnológicas y estructurales (por ejemplo, la masificación de su aula). Estas barreras son distintas para cada profesor o profesora que va a realizar innovación educativa.
• La experiencia juega un papel clave para sortear las barreras (especialmente si ya se ha enfrentado a ellas), pero también se traduce en el esfuerzo que le costará realizar el camino para llegar a la meta. El profesorado con experiencia en innovación educativa tendrá que realizar menos esfuerzo que el profesorado que no la tiene.
• El equipamiento técnico (ropa, mochila, botas, bastones, GPS, botiquín,..) y la hoja de ruta (paradas, avituallamiento, horarios,…) es el método de innovación docente empleado. La combinación de un buen equipamiento técnico y una estrategia adecuada le permitirá “llegar de una pieza” a la meta. El método de innovación educativa lleva asociado el uso de tecnologías, procesos y una estrategia concreta de aplicación.

Pero como en el caso del senderismo poco importará el equipamiento técnico, la hoja de ruta y la experiencia si no se sabe las mejoras que se desean conseguir: no seremos capaces de llegar a ningún sitio, incluso aunque en el camino no haya obstáculos.