Author: Domingo Méndez
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Corría el año 2008 cuando un amigo me habló por primer vez de twitter que por aquel entonces empezaba a sonar pero, ni de lejos, no era tan popular como ahora. Por aquella época, muchos docentes andábamos enfrascados en nuestros blogs educativos, todavía lejos de la decadencia de estos, y nos agrupamos en torno a ellos a través del siempre recordado y añorado “planeta educativo” de aulablog.
He de confesar que cuando me abrí la cuenta e inicie mis primero pasos me pareció una solemne tontería, una herramienta más de las que salían casi a diario y le auguraba poco recorrido, no llegaba entender cómo con esa limitación de caracteres se podría comunicar algo medianamente sensato y argumentado, nosotros que por medio de nuestros blogs compartíamos nuestras experiencias, reflexiones y descubrimientos, así que entendí que twitter no era algo útil para ello, para seguir aprendiendo y compartiendo con otros compañeros docentes que era, en definitiva, de lo que se trataba.
¡ Cuán equivocado estaba !, al poco tiempo, ese colectivo de docentes que conformamos aquello que se conocía como la “blogosfera educativa”, empezamos a lanzar nuestros primeros tuits, enlaces a nueva entradas en nuestros blogs, herramientas, noticias educativas, breves reflexiones…. y aquello empezó a crecer y a crecer hasta llegar a conformar lo que algunos denominaban el claustro virtual y se creó un amplio entramado de docentes conectados en donde era un verdadero placer asomarte y encontrar cualquier cosa que necesitaras de manera rápida , fluida, fácil y muy accesible. Fueron lo años dorados del twitter educativo, en donde se organizaban encuentros, “kedadas” para esas emocionantes desvirtualizaciones, era un no parar y un gozada, tal fue la eclosión que poco poco fuimos abandonando nuestros blogs, nuestra querida “blogosfera educativa” hasta lo que es hoy porque twitter, entre otras razones, la arrasó.
A día de hoy, ese impulso que supuso la aparición del “claustro virtual tuitero” , ese dinamismo, esa efervescencia, esa ganas docentes de compartir, colaborar, mostrar… ese mundo mágico del que tanto aprendimos lo docentes a pie de aula, que solo aspiramos a aprender unos de otros con el único ánimo de mejorar nuestro quehacer diario, todo eso a día de hoy tampoco está. No tengo claro las razones de esta decadencia pero lo que si se es que lo echo mucho de menos .