Aunque no lo parezca en tiempos de confinamiento mi horario docente se ha ampliado notablemente en sesiones horarias tan atípicas como intemporales, seguramente si tuviera que cobrar horas de docencia  extras mi sueldo se vería incrementado, cosa a  la que no aspiro, ni deseo, pero si considero que se reconozca y que  de una vez para siempre el famoso tema de las vacaciones de los maestros pase a mejor vida  y solo quede en el argumentario de  los simples.

Todos no hemos enfrentado con más o menos acierto a una situación que nadie imaginaba ni en las más macabras de sus pesadillas y para la que nadie, insisto, nadie estaba preparado, por eso me llama mucho la atención estos personajes, profesionales de todo tipo, llenos de certezas y soluciones que venden su sabiduría y “experiencias en estos casos” a  aquellos ignorantes o “hooligans” que siempre están dispuestos a comprarlas.

Hemos visto como el viaje de la escuela al confinamiento se ha hecho con la mejor de las voluntades por parte de todos, con el mayor empeño y con muchas sombras y bastantes luces, para ser un viaje inesperado y apresurado. Ya he comentado en la entrada anterior que en la mayoría de los casos se ha intentado trasladar las aulas a  las casas con todas sus virtudes y defectos y  nos hemos dado cuenta  o no, que esto no puede ser, no puede funcionar porque no es lo mismo.

Ahora nos estamos preparando para el viaje de vuelta, salimos de las casas y regresamos a la escuela, pero ¿a qué escuela? , ¿será acaso la misma escuela que dejamos?, aquella que abandonamos  de manera arrebatada y a la que pretendemos volver en condiciones de máxima seguridad desde el punto de vista sanitario, en una vuelta ordenada, secuenciada, … nos enfrentamos de nuevo a una realidad conocida pero nueva, diferente, esa escuela que dejamos atrás ya no existe.

Que nadie  piense que volvemos a la misma escuela que dejamos, sería un error, el error de ida y vuelta, aunque sea un frase hecha por repetida, creo que debemos de prepararnos para asistir a una refundación de esta y adaptarla a esa nueva situación que nadie ha visto y que tenemos que ir descubriendo poco a poco a entre todos.

Creo que ha llegado el momento de repensar muchas cosas, adelgazamiento y revisión del curriculum, modelos organizativos (ratios,  horarios flexibles, distribución de espacios ),  desarrollo de verdad de competencias y pienso fundamentalmente  en la de Aprender a Aprender y en la Competencia Digital , sin menoscabo de las otras, evaluar de una vez por competencias, trabajar los aspectos emocionales y la educación en valores, educar para  contrarrestar la manipulación informativa (bulos) , etc,etc,etc.

No, no es un viaje de ida y vuelta, es un viaje,  un tránsito  entre dos mundos parecidos pero diferentes, en donde ninguno de nosotros hemos estado antes, por eso y solo por eso, debemos de construirlo entre todos,